El nombre de esta carta se llama «l’illusionniste» en francés. Se puede traducir como «el ilusionista» en español. Si nota algún error de traducción en este artículo, infórmenos a toda nuestra comunidad. Puedes dejar tu comentario en la parte inferior de esta página.
El ilusionista podría haber sido llamado escamoteuse o bateleuse. Es la reina de los espectáculos callejeros, y anima al público con sus juegos de manos. A través de sus hábiles maniobras, su velocidad y su destreza, sabe hacer desaparecer los objetos, dominando a la perfección las arte de la ilusión y el mentalismo. A partir de estas buenas cualidades, a veces llama a sus cómplices para trucos más peligrosos, como arrojar cuchillos, desaparecer y desapariciones. Somos niños grandes crédulos, ante sus ilusiones, a veces poco sofisticadas, pero efectivas. El skidder es un profesional. Sin embargo, estos trucos pueden llevarla al engaño, la manipulación, la usurpación y la estafa. En ocasiones, acompañada de una complicidad maliciosa con orgullo y cinismo, intentará estafar a los más débiles de mente por necesidad de dinero, falta de amor o ambición desmesurada.
El ilusionista es a veces un aficionado en la materia, entonces se ridiculizará por su lado bufonesco, verá su bufonería y por tanto su falta de credibilidad ante el público. Prestidigitación es también el arte de las ilusiones, y por lo tanto de huir de una realidad establecida. Si en el Tarot de Marsella, el ilusionista también es llamado malabarista es que el roto palabra abajo da lo que es «bas» «te» «señuelo». El ilusionista responde a la misma definición. Señuelo de ilusiones. En la vida cotidiana, nuestra búsqueda de la verdad siempre se encuentra con ilusiones. Todo comienza con una idea que pensamos que era correcta o atractiva, y la desilusión nos llega al final de la ronda. Además, ¿la búsqueda de la verdad es una ilusión o un fraude? la mejor versión de uno mismo, ¿fraude o verdad? Todo nos lleva a creer que el ilusionista conoce a la perfección los trucos de su turno y sabe el funcionamiento de nuestra psique. A un mono viejo no se le enseña a hacer una mueca. Al mismo tiempo somos seres de emociones, nos gusta la animación y lo que genera en nosotros, esa magia interior que nos hace vibrar. Las ilusiones pueden ser saludables y benévolas.
En el Tarot de Marsella, el malabarista es el primer arcano caracterizándose como principio, este no es el caso aquí. El oráculo de Marsella no retoma esta idea de principio, porque somos ya en el mundo de las ilusiones. Preferimos dejar el libre albedrío a todos, ya que el inicio puede ser otro misterio.
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